Durante muchos años, el éxito a los modelos más chicos en la región les fue esquivo. Ford produjo un buen tiempo el Ka original, Renault importó el Twingo y hasta llegaron varios exponentes de la industria oriental. Pero a diferencia de otros mercados, donde un auto muy pequeño es el ideal para los jóvenes o como segunda movilidad en un familia, en esta parte del mundo se requiere espacio posterior y buen baúl desde el vamos para escaparse un fin de semana. Puedes investigar mas al respecto en http://plan-fiat-mobi.com/.
El ejemplo del Ka, mutando de un tres a un cinco puertas y mejorando el espacio a espaldas del conductor es uno más de una extensa lista que podríamos remontar hasta el Uno de fines de los 80, que con respecto al europeo ganó lugar en el baúl gracias al traslado del auxilio al vano motor. Hasta el reciente Up! brasileño recurrió a una receta similar, esta vez ganando centímetros extra para no ser tan pequeño como el del Viejo Continente.
Sin embargo, las cosas cambian. Y el tremendo crecimiento económico que Brasil y Argentina tuvieron en los últimos años (paradójicamente hoy estancado) provocó que miles de primerizos al volante desearan un auto nuevo, pero no tan sólo un 0km vestido con una carrocería pasada de moda como la de los Celta, Palio Fire, Fiesta One, 207 Compact, Clio Mio o Gol Power. Así apareció el nuevo Uno (ya discontinuado en el país), el VW Up! (que nunca logró eso de ser económico, al menos en Argentina) y proyectos que ya se cristalizan, como este del Mobi o el futuro Kwid de Renault.
REAL SEGMENTO A
La gran diferencia del Mobi con esas otras propuestas es que se trata de un segmento A en serio, pensado y producido para el Mercosur (algo inédito), con medidas (internas y externas) propias de los autos que deben surcar las atestadas calles europeas sacrificando espacio interno. Basta ver el tránsito de Buenos Aires o San Pablo para entender que acá también se necesitaba un producto de estas características.
Pero claro, esa reducción de espacio tiene que tener algún otro beneficio para tentar a los clientes. En el Mobi está en el precio. Sin ser un auto extremadamente barato, se ubica entre los más económicos del país. Quitando a los “dinosaurios” que hoy sobreviven (por suerte les queda poco), encontrar una propuesta moderna como la del Mobi a su precio es complicado. El Chery QQ, el que más se le parece como concepto (espacio, equipamiento y motor), vale casi lo mismo, pero el Up (más prestigioso y amplio) es bastante más caro si equiparamos la dotación de confort.
La gran pregunta es por qué la filial local de Fiat abandonó al “Nuevo” Uno y se decidió por este Mobi a la hora de pelear en esta franja económica. Las razones, además del menor precio, se encuentran en el mal paso que tuvo el Uno en estas tierras: nunca despegó en ventas y luego sufrió como muchos la restricción a las divisas. Entre tanta oferta de modelos, la marca prefirió vender a los Palio producidos en Córdoba para mantener la balanza comercial y el Uno fue despareciendo a tal punto que dejó de venderse hace ya unos meses. Y por último, Fiat Brasil está preparando un nuevo restyling de este modelo que le permita crecer en prestigio (sin modificar tamaño) para atacar el segmento B clásico (así debería regresar al país en 2017), dejándole al futuro reemplazante de los Nuevo Palio/Punto (hermano del sedán que se hará en Córdoba) la tarea de pelear ante Fiesta, 208, Fox, etc.
MINI UNO
El Mobi utiliza muchas partes de la plataforma del Uno, y también tiene un diseño similar. Las diferencias se dan en el tamaño: es 20 cm más corto y reduce la distancia entre ejes en 8 cm, mientras que el baúl es 55 litros más pequeño. En el diseño también hay novedades: recurre a una trompa agresiva, con farios de enorme tamaño y una parrilla de buenas dimensiones. Esos volúmenes poco habituales en autos pequeños continúan en los marcados pasarruedas. La línea de cintura es alta y los vidrios pequeños en relación a tanta chapa. Atrás recurre a una solución que ya vimos en el QQ y el Up! europeo (VW la descartó para su modelo brasileño): un portón totalmente vidriado que no luce tanto en la unidad que manejamos por ser de color negro, pero que llama la atención.
Es algo simpático, seguramente más económico, pero atenta contra una boca de carga generosa, ya que la tapa de vidrio no baja tanto para evitar los toques de estacionamiento. El piso del baúl queda entonces “atrapado” por paredes estrechas y altas, limitando la carga de objetos voluminosos. Por debajo hay una rueda convencional de chapa.
En el interior es muy similar al Uno en su concepción. Las cosas están a mano, el instrumental es completo aunque no es tan fácil de leer, los comandos son generosos y la calidad no da para mayores críticas sabiendo lo que vale el Mobi. Es más, no se escuchan ruidos de encastres, no hay partes mal terminadas como en otros Fiat económicos (¡la guantera cierra bien!) y la insonorización es mejor a la esperada.
Pero hay cosas mejorables: la radio no tiene pantalla táctil, es monocromática y la mitad del amplio display permanece apagada. Punto menos para los más jóvenes. La otra es la falta de portaobjetos tratándose de un auto de nueva concepción. Están los de siempre y con espacio justo. Incluso una bandeja del lado del acompañante está mal resuelta porque allí no se puede dejar nada que no desparezca en la primera curva.
Pese a un volante que no regula en profundidad y a una butaca que sólo en la opción Way lo hace en altura, la posición de manejo es cómoda, con unas butacas que al igual que en el Up! tienen el apoyacabezas integrado, algo que deja la zona alta algo lejos de la nuca. Atrás el espacio, como dijimos, es reducido para las piernas, no así a lo alto. Si se llevan niños no habrá tanto problema, pero si los de adelante son altos o si se quiere trasladar a cuatro adultos de más de 1,70 la cosa se pone espesa. Una buena, los vidrios traseros (a manija) bajan completamente.
El equipamiento es el esperable. No hay extras como sensores (el de estacionamiento viene en el Way, algo útil pese al tamaño por lo reducido de la luneta) o la mencionada pantalla táctil con navegador, pero esta versión Top agrega el pack eléctrico, la apertura a distancia y el comando satelital (by Jeep). Además está lo que exige la ley: doble airbag, ABS e Isofix.
UN LITRO
Por años Brasil, gracias a una política impositiva, fue el reino de los “un litro”. Acá llegaron en cuentagotas (así como exige espacio, el argentino quiere potencia), pero están pegando la vuelta. El Mobi no recurre a un concepto moderno como el tricilíndrico del Up! (lo hará más adelante) sino que se vale del clásico 1.0 Fire Evo de cuatro cilindros que eroga 70 CV.
Como todos estos propulsores, hay que llevarlos en vueltas para ver su mejor cara, pero la respuesta en ciudad es muy agradable. Las primeras marchas cortas (el selector es gomoso y de recorridos largos) le permiten ofrecer reacción y el tamaño se encarga de hacer el resto en un tránsito como el de Buenos Aires.
Como era de esperarse, el confort de marcha tiene el sello de la marca, y si bien la corta distancia entre ejes lo hace más saltarín que otros modelos mejor plantados, esto sólo se nota, y poco, en algunos empedrados.
A la hora de salir a la ruta, lógicamente sufre un poco más, pero hay que entender que su concepción es netamente citadina. Dinámicamente responde y sólo ante la exigencia muestra subvirancia, inclinaciones y una dirección que, ante todo, es liviana. Pero en autopistas a velocidades legales no hay que estarlo “llevando” con mano firme, incluso en los cambios de carril. El pedal de freno es largo, pero responde bien y en cifras que no escapan del promedio Mercosur.
Es en los cambios altos donde le cuesta recuperar. Las cifras de 80 a 120 km/h no son buenas, acelera en casi 20 segundos (valores algo inferiores a otros 1.0 como Up, QQ y hasta Forfour) y la máxima no supera los 145 km/h. El consumo es bueno sabiendo que es un clásico 8 válvulas y muestra paridad contra los mencionados rivales en orden de los 70 CV: casi 6 l/100 km a 100 km/h y cerca de 8 en ciudad.
QUE SERA DE TI
Como analizábamos, el público argentino no es muy adepto a un auto tan pequeño. Quiere baúl, espacio y potencia aun poniendo poco dinero. Pero los tiempos cambian. El Fiat Mobi es una propuesta diferente porque ofrece lo justo ante esos pedidos, pero a nivel de equipamiento y modernidad, a 205.000 pesos de esta versión Easy Top (con 3 años de garantía), cuesta menos que otras variantes similares producidas en la región.
El principal problema es que con la actual guerra de ofertas, por ese valor uno puede subirse a un Gol, un Onix o un March, que pese a tener poco equipamiento en sus versiones más accesibles, son propuestas más potentes y espaciosas y no necesariamente pasadas de moda como un Clio Mio o un Palio Fire. ¿Sabrá encontrar el Mobi su clientela? En unos meses tendremos la respuesta.
A FAVOR
Precio contenido
Maniobrabilidad en ciudad
Garantía de tres años
Consumo reducido
EN CONTRA
Prestaciones limitadas
Espacio posterior
Baúl pequeño
Selector de caja gomoso
PERFORMANCES
Velocidad máxima: 145 km/h
0–100 km/h: 18,9 seg
0–400 metros: 20,8 seg
0–1.000 metros: 39 seg
80–120 km/h (4): 19,1 seg
80–120 km/h (5): 27,8 seg
Frenada a 100 km/h: 43,5 metros
Frenada a 140 km/h: 88,2 metros
CONSUMO litros/100 km
A 100 km/h: 5,7
A 130 km/h: 7,4
Urbano: 7,9
PRECIO: $ 205.000
Origen: Brasil
Garantía: 3 años o 100.000 km